La guerra comercial que amenaza con llevar la economía mundial a una recesión está entrando en una nueva fase con la intensificación de la disputa arancelaria entre EE.UU. y la Unión Europea (UE), lo que pone en peligro la relación comercial más importante del mundo.
Este miércoles la Administración Trump anunció que impondrá aranceles sobre determinados productos de la UE por un valor de 7.500 millones de dólares, entre los que se incluyen el vino francés, quesos italianos y aceitunas españolas. Por su parte, Europa ha dejado claro que tomará cartas en el asunto. Desde el viejo continente temen que Washington pueda llegar a imponer aranceles sobre los automóviles europeos, medida con la que el presidente Donald Trump ha estado amenazando en los últimos meses.
“Este paso provoca temores de una nueva ronda de escalada de guerras arancelarias”, opina Alex Kuptsikevich, analista financiero de FxPro. “La introducción de aranceles y el miedo a los pasos de un ojo por ojo podrían reprimir aún más la confianza empresarial, que ya está en los niveles más bajos en años”, añade Kuptsikevich.
¿Respuesta recíproca?
Los nuevos aranceles impuestos por la Casa Blanca, que serán de un 10 % sobre los aviones de la UE y de un 25 % en el resto de productos, entran en vigor el próximo 18 de octubre.
Desde la UE esperan ponerse de acuerdo con EE.UU. para aplazar los nuevos aranceles, ya que de aplicarse podrían traducirse en un incremento del precio de los productos que afectaría negativamente a los consumidores de los mismos. “Si Estados Unidos impone contramedidas empujará a la UE a una situación en la que tendremos que hacer lo mismo”, manifestó Daniel Rosario, portavoz de la Comisión Europea. Asimismo, Rosario aseguró que la medida primero afectará a consumidores y empresas estadounidenses, lo cual dificultaría un acuerdo entre ambas partes.
Esta semana un grupo de importadores, mayoristas y distribuidores estadounidenses de alcohol informó que los aranceles sobre el whisky escocés, los licores y el vino afectarían en cerca de 3.400 millones de dólares, al mismo tiempo que provocarían la pérdida de trabajo para 13.000 personas en EE.UU.
“Aranceles injustos y exagerados”
“Una vez más, el sector agrícola pagará una guerra comercial de la UE que no tiene nada que ver con el campo español”, sostuvo el secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de España (COAG) Miguel Blanco, quien tildó los nuevos aranceles de “completamente injustos y exagerados”. EE.UU. es el segundo mayor cliente de alimentos y bebidas del sector español, que el año pasado realizó exportaciones por un valor de 1.900 millones de dólares.
Los nuevos aranceles se suman a los ya existentes que Washington y Bruselas intercambiaron el año pasado y suponen un “dolor de cabeza” para las empresas europeas, que también tendrán que lidiar con la posible salida del Reino Unido de la UE el próximo 31 de octubre con un Brexit sin acuerdo, lo que se significaría “nuevas tarifas de la noche a la mañana”.
Y es que las relaciones comerciales entre EE.UU. y la UE son de suma importancia a nivel global, ya que ambos actores políticos representan aproximadamente la mitad de la economía mundial. La cuestión es la siguiente: ¿llegarán Washington y Bruselas a un acuerdo o la disputa arancelaria entre estos dos socios históricos se convertirá en una guerra comercial?