Al final de esta semana se conocieron varios casos de suicidio en el Puente del Incienso, una emblemática estructura de la ciudad de Guatemala; ya que conecta a las zonas 7 y 3 con la zona uno capitalina; así como a varias zonas más con el Anillo Periférico. Este puente también es muy buscado por personas para terminar con su vida.
El miercoles, un hombre saltó al vacío en la madrugada y fue hasta el amanecer del jueves cuando vecinos del sector donde cayó descubrieron el cuerpo y alertaron a socorristas. Durante la jornada una mujer llegó en varias ocasiones al punto para escalar la maya de protección, aunque esta mujer ha llegado en más ocasiones.
Horas después, durante la noche una tercera persona subió y se lanzó al vacío, ante la mirada atónita de varias personas que intentaban persuadirlo. También, un día antes, otra fémina fue apoyada por personas que transitaban en el puente para terminar con su vida.
Según un informe publicado en 2021 por la Organización Mundial de la Salud, cada año se suicidan cerca de 700 mil personas en el mundo; y muchas intentan hacerlo por diferentes causas.
Todos los casos son una tragedia que afecta a familias, comunidades y países y tienen efectos duraderos para los allegados de la víctima. Puede ocurrir a cualquier edad, y en 2019 fue la cuarta causa de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años en todo el mundo.
Los suicidios no solo ocurren en los países de altos ingresos, sino que es un fenómeno que afecta a todas las regiones del mundo. De hecho, más del 77% de los suicidios ocurridos en 2019 tuvieron lugar en países de ingresos bajos y medianos.
¿Qué hacer para prevenirlos?
El ente internacional de salud señala que es posible prevenir los suicidios, adoptando medidas a nivel de la población, de determinados grupos poblacionales y del individuo. La OMS ha elaborado una guía para prevenir el suicidio denominada LIVE LIFE («Vive la vida») en el que se recomiendan las siguientes intervenciones de eficacia demostrada que se basan en la evidencia:
*Restringir el acceso a los medios utilizados para suicidarse (por ejemplo, los plaguicidas, las armas de fuego y ciertos medicamentos);
*Educar a los medios de comunicación para que informen con responsabilidad sobre el suicidio;
*Desarrollar en los adolescentes aptitudes socioemocionales para la vida;
*Detectar a tiempo, evaluar y tratar a las personas que muestren conductas suicidas y hacerles un seguimiento.
Estas medidas se deben acompañar de intervenciones básicas como un análisis de la situación, la colaboración multisectorial, la sensibilización, la creación de capacidad, la financiación, la vigilancia, y el seguimiento y la evaluación.
Las actividades preventivas exigen la coordinación y colaboración de varios sectores de la sociedad, incluidos los de la salud, la educación, el empleo, la agricultura y la ganadería, el comercio, la justicia, el derecho, las fuerzas del orden, la política y los medios de comunicación. Esas actividades deben ser amplias e integrales, dado que ningún enfoque puede atajar por sí solo una cuestión tan compleja.
Métodos de suicidio
Se estima que alrededor de un 20% de los suicidios se cometen por autointoxicación con plaguicidas, la mayoría de ellos en zonas rurales agrícolas de países de ingresos bajos y medianos. Otros métodos comunes son el ahorcamiento y los disparos con armas de fuego. Como se indica en el documento Vivir la vida: guía de aplicación para la prevención del suicidio en los países, conocer los métodos de suicidio más comunes es importante para elaborar estrategias de prevención basadas en medidas de eficacia demostrada, como la restricción del acceso a los medios utilizados.