Luis Grijalva nació en el departamento de Chimaltenango, a tan solo 58 kilometros de distancia de la ciudad de Guatemala el 10 de abril de 1999, en la actualidad tiene 22 años. Debido que los padres tenían problemas económicos decidieron migran hacia los Estados Unidos, cuándo él apenas tenía un año de edad, junto con sus dos hermanos.
Según The New York Times: “Llegaron a Nueva York, dos años después, su familia se mudó a Fairfield, California, una ciudad en el Valle Central del estado, donde su padre lavaba autos y trabajaba en una fábrica de armarios cercana. Su padre sigue viviendo ahí, mientras que su madre y sus hermanos regresaron a Guatemala”.
Desde niño
Desde muy pequeño, Grijalva ayudó a su familia trabajando y estudiando para superarse, durante su adolescencia hablaba muy poco español solo con su madre e inglés la mayoría del tiempo con amigos y por sus estudios.
La universidad de Arizona le brindó la oportunidad para desarrollarse en el Atletismo, una habilidad que venía practicando desde los 14 años, inició a desenvolverse en carreras de 5 y 10 mil metros.
Comenzó a mejorar su técnica y en representación de su universidad empezó a dar los primeros resultados.
Beneficiario del DACA
Él es beneficiario de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés) conocidos como “dreamers”, un programa implementado en 2012 por el gobierno de Barack Obama que protege de la deportación a alrededor de 650.000 inmigrantes sin documentación legal que fueron llevados de niños a Estados Unidos. Con pocas excepciones, los beneficiarios del DACA que salen del país no tienen permitido volver. Al igual que a otros inmigrantes no autorizados, se les prohíbe reingresar al país durante una década por haber vivido ahí muchos años de manera ilegal.
Clasificación a Tokio
Cuando cruzó la línea de meta en los 5000 metros planos durante el Campeonato de Atletismo al Aire Libre de la NCAA el mes pasado, tenía mucho que celebrar: una nueva marca personal; un récord nacional en su país de origen, Guatemala, y un boleto a los Juegos Olímpicos.
Debía ser un momento jubiloso. Pero el esfuerzo de 13 minutos y 13,14 segundos también representó una crisis para Grijalva, que ha dedicado las últimas semanas a pedirle al gobierno de Estados Unidos que le permita tomar un vuelo a Tokio.
Permiso para salir
Grijalva y su abogada le solicitaron al Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, la agencia que controla la inmigración, que lo dejara salir del país durante un breve periodo para competir por Guatemala en Tokio. La agencia puede conceder a los beneficiarios del DACA la llamada libertad anticipada, o permiso de viajar, si tienen un buen motivo relacionado con educación, empleo o una causa humanitaria.
Visitó la oficina de inmigración del gobierno en Phoenix, con la esperanza de defender su caso una última vez y se sentía “bastante ansioso”.
“Tener una oportunidad como esta en Tokio, de representar a Guatemala en los Juegos Olímpicos, significaría todo para mí”, afirmó.
“Las oportunidades que tuve al venir a Estados Unidos me aportaron mucho más de lo que podía pedir”, dijo Grijalva. Obtener un título universitario y ser remunerado por correr son “cosas que probablemente jamás habría logrado si me hubiera quedado en Guatemala”.
Después de esperar unas horas en la oficina, Grijalva declaró que había tenido éxito: le habían dado autorización para viajar a Tokio y competir en la carrera preliminar de 5000 metros el 3 de agosto.
Participación en Tokio
Con tiempo de 13:34.11, el atleta guatemalteco Luis Grijalva completó la serie 2 de los 5,000 metros planos en el Estadio Olímpico y ubicado en la décima posición de su heat eliminatorio, clasificó a la gran final de la prueba para pelear por las medallas del evento.
La final se llevará a cabo el próximo viernes 6 de agosto, la cual está programada para las seis de la mañana, hora de Guatemala.
Lo que le espera
Después de los Juegos Olímpicos de Tokio, Grijalva, continuara su camino como corredor profesional, ya firmó contrato con una empresa de calzado deportivo.
