La final de la Copa del Mundo de Italia ’90 es una de las más recordada de los últimos años, debido a las polémicas surgidas entre Diego Armando Maradona y la hinchada italiana.
Argentina venía a defender su título obtenido en México ’86, con un Maradona que en ese momento ya era reconocido como uno de los mejores futbolistas del mundo y estrella en el Nápoles.
Sin embargo, la albiceleste venía de eliminar en la semifinal a los dueños de casa tras una infartante definición a penales. Los italianos no estaban para nada contentos con el argentino, ya que vieron como una traición haberlos sacado de su propia copa.
Aunque el delantero intentó bajarle el perfil a la situación, el ambiente estaba caliente en el Estadio San Poalo, casa del Nápoles. Los hinchas se encargaron de dejarle en claro su enojo al argentino y eligieron la parte en que se entonan los himnos de los países.
Cuando se comenzó a oír el himno nacional de Argentina, desde las gradas bajó una fuerte pifiadera que tenía un solo destinatario: Maradona. El futbolista acusó recibo y como era esperable no se quedó callado. En la transmisión oficial se puede apreciar cómo comienza a insultar a los hinchas.
Esos insultos estuvieron cerca de dejarlo fuera de la final. Así lo reveló Edgardo Codesal, el árbitro encargado de dirigir el encuentro. “Si yo hubiese aplicado el reglamento, debí haber expulsado antes del partido”, señaló el uruguayo.
“Debí haber expulsado antes del partido por el insulto que le hace a todo el estadio. Pero traté de calmarlo y de explicarle que estábamos ante una final del mundo”, recuerda Codesal en conversación con el programa “Tirando paredes”, de Radio Cut.
Codesal entendía que un jugador como Maradona no se le podía expulsar en una final de esas características, por lo que dejó pasar el incidente. Sin embargo, no tiene la mejor impresión sobre el argentino.
“Como jugador fue de lo mejor pero afuera es una persona desagradable. Una de las peores que conocí en mi vida”, aseguró.
Foto: Captura de video