Una mujer residente en la ciudad de Nueva York, EE. UU. declaró haber sido drogada, violada y arrojada desde un segundo piso mientras pasaba sus vacaciones en la República Dominicana. El incidente fue compartido por la presunta víctima con la finalidad de advertir y proteger a otras mujeres jóvenes.
El deseo de pasar unas vacaciones relajadas en Punta Cana el mes pasado concluyeron con una hospitalización, graves contusiones y traumas internos, se lamentó la mujer, que prefiere permanecer en el anonimato. “Este mundo está enfermo y la gente tiene horribles intenciones”, agregó advirtiendo que “no se puede bajar la guardia” cuando se va de vacaciones.
Le ofrecieron compartir unas bebidas
La mujer relató que el altercado tuvo lugar una tarde después de conocer en el bar del complejo hotelero Ocean Blue and Sand a una pareja que también estaba de vacaciones. Se interesaron por ella y le ofrecieron compartir algunas bebidas. Casi de inmediato se sintió desorientada y asume que fue drogada.
La mujer intentó dirigirse a su sillón, pero el hombre de 28 años que le ofreció las copas la siguió y la sujetó: “Recuerdo que me llevaron contra mi voluntad a una habitación”. La joven evocó también que sus pantalones fueron forzados pero había perdido la fuerza física para reaccionar.
Posteriormente, alguien llamó a los servicios de emergencias al ver caer a la mujer desde un balcón de un segundo piso, según los informes policiales. La policía determinó que las lesiones podrían relacionarse con un caso de violación por lo que arrestó a la pareja. Sin embargo los médicos de Punta Cana que atendieron a la mujer no consideraron recabar pruebas de abuso sexual.
La sospechosa admitió ante la policía que arrojó a la mujer desde el balcón, debido a una pelea que ella misma había iniciado después de encontrar a la supuesta víctima con su novio en la habitación del hotel.
Los sospechosos enfrentan cargos de asalto sexual, intento de asesinato, violencia contra las mujeres y robo. Sin embargo poco después del arresto la pareja fue puesta en libertad por un juez, bajo fianza de 1.000 dólares cada uno.