Las autoridades griegas detuvieron a nueve presuntos traficantes de personas, luego del trágico naufragio de una embarcación con migrantes.
Entre los detenidos figura el capitán del vetusto navío, que escoró antes de hundirse en un accidente que dejó casi 80 muertos y cientos de desaparecidos.
De acuerdo con esa misma fuente, el pesquero había zarpado de Egipto sin pasajeros rumbo a Tubruk, una ciudad del este de Libia, para embarcar a los migrantes y proseguir su derrotero hacia Italia.
Las detenciones se llevaron a cabo en Kalamata, el puerto de la península del Peloponeso hacia donde fueron encaminados los sobrevivientes del naufragio, por presunto “tráfico ilegal” de personas, autorizados por la agencia griega ANA.
Hasta el momento 78 cuerpos fueron extraídos de las aguas, pero la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) dijo “temer que cientos de personas” han perecido en “una de las tragedias más devastadoras en el Mediterráneo en una década”.
El portavoz del gobierno griego, Ilias Siakantaris, dijo el miércoles que, según informaciones no confirmadas, había unas 750 personas a bordo de la embarcación.