El hombre fue sentenciado en Albuquerque, casi tres meses después de que un jurado lo halló culpable de tráfico humano.
Según los cargos, el padre obligaba a los menores a mendigar en Albuquerque y sus alrededores entre el 2015 y el 2018. Los menores luego testificaron en contra del padre en el juicio.
El padre, durante el juicio, negó las acusaciones y aseguró que no toma drogas.
El individuo está también acusado de abuso de menores, contacto sexual con un menor y otros cargos de tráfico humano. En todos los casos las víctimas fueron sus hijos.