El Consejo de Seguridad de la ONU decidió el martes 19 de diciembre de 2023, iniciar un retiro anticipado, pero “gradual” de las fuerzas de paz instaladas en la República Democrática del Congo (RDC) a partir de finales de 2023, como exigía el gobierno de Kinshasa.
La decisión fue adoptada por unanimidad, pese a las preocupaciones por la escalada de violencia en el este del país y en vísperas de unas elecciones de alto riesgo.
ONU aprueba el retiro “gradual” de cascos azules en el Congo
La resolución del Consejo, que renueva por un año el mandato de la misión de mantenimiento de la paz en la República Democrática del Congo (MONUSCO), decide “iniciar la retirada progresiva, responsable y sostenible” de la misión, de acuerdo con un plan de retirada firmado en noviembre entre Kinshasa y la MONUSCO.
La primera fase prevé la retirada completa de los denominados Cascos Azules de la provincia de Kivu del Sur, en el este del país, para fines de abril de 2024, repliegue que comenzará “antes de finales de 2023”.
La resolución, sin embargo, subrayó una “preocupación por la escalada de violencia” en el este y “las tensiones entre Ruanda y la República Democrática del Congo”.
A partir de mayo de 2024, la MONUSCO sólo estará presente en Kivu del Norte e Ituri. Y a partir del 1° de julio de 2024, su contingente se reducirá en unos 2 mil 350 efectivos (es decir, una plantilla máxima autorizada de unos 13 mil 800 militares y policías).
Los Cascos Azules están presentes en la RDC desde hace casi 25 años.
Dudas e incertidumbre
El vencimiento del mandato anual de la misión MONUSCO coincide con las elecciones de alto riesgo a celebrarse en el país africano. Unos 44 millones de votantes inscritos podrán votar el 20 de diciembre para elegir presidente, diputados nacionales y provinciales, y algunos cargos municipales.
A pesar de la situación, el gobierno congoleño ha reiterado desde hace meses el pedido de una retirada “acelerada” de los Cascos Azules, a partir de finales de 2023 y no de finales de 2024. Considera que la fuerza de la ONU es ineficaz para proteger a los civiles frente a los grupos armados y milicias que han arrasado durante tres décadas en el este de la República Democrática del Congo.
Una acusación similar a la de otros países africanos, en particular Mali, que exigió la salida urgente de la misión de la ONU allí activa (Minusma). Eso, sin embargo, no impidió que Kinshasa pidiera la semana pasada ayuda a la MONUSCO para la entrega de material electoral.
Varios miembros del Consejo, en particular Estados Unidos, han expresado dudas en los últimos meses sobre el hecho de que las fuerzas congoleñas estén dispuestas a sustituir a la MONUSCO para garantizar la seguridad de la población.
Pero como las misiones de la ONU no pueden operar sin la autorización del país anfitrión, la RDC forzó -aunque menos directamente que la junta de Mali- la intervención del Consejo de Seguridad.
“Los miembros de este Consejo seguirán de cerca los acontecimientos, en un momento en el que el Gobierno de la República Democrática del Congo quiere asumir toda la responsabilidad de la protección de los civiles con la retirada de la MONUSCO”, subrayó el martes el embajador adjunto estadounidense ante la ONU, Robert Wood.
Con información de la agencia de noticias: AFP