Las palabras de Mohammad Shtayyeh arrojaron una sombra sobre la cumbre de paz de Oriente Medio convocada por Estados Unidos a finales de junio en el pequeño estado árabe de Bahréin.
La Casa Blanca anunció el domingo que presentaría la primera fase de su esperado plan de paz para Oriente Medio en la cumbre, afirmando que se centrará en los beneficios económicos que podrían obtenerse de la resolución del conflicto.
El plan incluye inversiones a gran escala y obras de infraestructura, en gran parte financiadas por países árabes ricos, en los territorios palestinos.
Sin embargo, funcionarios estadounidenses señalaron que la conferencia del 25 y 26 de junio no tratará aspectos políticos cruciales del conflicto, como las fronteras definitivas o la situación de Jerusalén, los refugiados palestinos o las reclamaciones israelíes de seguridad.
Los palestinos, que cortaron lazos con la Casa Blanca hace más de un año, han reiterado sus temores a que Washington intente comprarles con grandes sumas de dinero en inversiones a cambio de que suspendan sus demandas de un estado independiente. Creen que Estados Unidos intenta ganar apoyos en otros países árabes para obligarles a aceptar un plan que consideran inaceptable.
En un comunicado conjunto con Bahréin, la Casa Blanca que dijo que la cumbre ofrecerá al gobierno, empresas y grupos civiles una oportunidad de buscar apoyo para iniciativas económicas que podrían ser posibles con un acuerdo de paz.
Kushner y el enviado de Trump en Oriente Medio, Jason Greenblatt, han liderado los esfuerzos por redactar el plan, pero tras más de dos años de trabajo no han publicado ningún detalle.
Un alto cargo en Washington dijo el domingo a la prensa que se estaban enviando invitaciones a la conferencia a personas en Estados Unidos, Europa, el Golfo Pérsico, otros países árabe y “algunos” líderes empresariales palestinos. El funcionario habló bajo condición de anonimato porque no se había hecho un anuncio oficial.
Se desconocía si la Autoridad Palestina que preside Abás había sido invitada. Israel tampoco hizo comentarios en un primer momento.
Al no tener conversaciones directas con líderes palestinos, las autoridades estadounidenses suelen hablar de contactos con palestinos individuales y grupos “de la sociedad civil”. No está claro quiénes son estas personas o a quién representan.