El papa Francisco se negó a aceptar la dimisión del cardenal francés Philippe Barbarin, que fue hallado culpable de encubrir a un sacerdote denunciado por pederastia.
En un comunicado difundido el martes, el portavoz del Vaticano, Alessandro Gisotti, precisó que Francisco le pidió a Barbarin durante la audiencia del lunes que hiciera lo que él cree que es mejor para la arquidiócesis de Lyon.
Barbarin ha decidido tomarse un tiempo libre y le ha pedido a su adjunto que asuma el liderazgo provisional de la arquidiócesis.
A principios de este mes, Barbarin fue condenado a seis meses de prisión condicional por no denunciar al sacerdote Bernard Preynat a la policía. El obispo planea apelar, pero el lunes viajó al Vaticano para ofrecerle a Francisco su dimisión.
Gisotti dijo que el Vaticano sigue estando cerca de las víctimas de abusos sexuales y de los fieles franceses “que viven un momento particularmente doloroso”.
Preynat, quien el año entrante será enjuiciado por acusaciones de violencia sexual, confesó haber abusado de Boy Scouts en las décadas de 1970 y 1980. Las víctimas acusan a Barbarin y otras autoridades eclesiásticas de encubrir durante años a Preynat.