El presidente de Perú, Martín Vizcarra, firmó un decreto donde se declaró el estado de emergencia durante 60 díaspara las localidades de Chorros, Nuevo Progreso, Nueva Alianza, Nueva Jerusalén y Yanayacu, ubicadas en el distrito de Manseriche, departamento de Loreto, debido al derrame de petróleo producido el 18 de junio en el Ramal Norte del Oleoducto Norperuano, de la empresa estatal Petroperú.
“La magnitud de la situación demanda la adopción de medidas de excepción urgentes”, dice el texto publicado en el diario oficial El Peruano. Uno de los objetivos planteados por el Poder Ejecutivo es lograr “la rehabilitación en las zonas afectadas”.
En los últimos días, el Ministerio Público Fiscal del país andino publicó imágenes donde se puede ver la magnitud del impacto ambiental que se produjo en aquella zona de la Amazonía.
De hecho, la Fiscalía local acudió al lugar 15 días después del derrame y advirtió que se “está poniendo en riesgo la salud ambiental de las poblaciones de las áreas cercanas”. Para poder ingresar al sitio, se tuvo que llegar a un acuerdo con las autoridades de las comunidades nativas, detalló la Agencia Fiscal de Noticias.
Por su parte, Defensa Civil precisó que 1.230 familias de pueblos originarios fueron afectadas por la fuga, y tuvieron que recibir agua por parte de las autoridades.
Además, para protestar por lo ocurrido, el sábado un grupo de indígenas ocuparon una estación petrolera de Loreto y paralizaron la producción. Desde ese entonces, la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) estima pérdidas de dos millones de dólares diarios.
El oleoducto por el cual se desató la polémica es uno de los más importantes de Perú, y lleva el crudo desde la Amazonía hasta la costa del océano Pacífico.
La Fiscalía investiga otro derrame intencional
El Ministerio Público informó este jueves que un equipo de especialistas está indagando sobre otra fuga de petróleo producida el último martes en el segundo tramo del mismo oleoducto, en la provincia de Condorcanqui. En este caso, no caben dudas de que el derrame fue intencional y se intenta “identificar a los responsables”.
En efecto, el fiscal adjunto Royner Vásquez Pereira informó que se encontró un corte trasversal de 26 centímetros en una tubería, “que habría sido provocado con un sierra metálica”. Aquella acción produjo una pérdida equivalente a unos 130 barriles, calculó la Fiscalía.
Así, la SNMPE contabiliza que el Oleoducto Norperuano recibió 29 actos de sabotaje desde 2014, y la compañía gastó cerca de 80 millones de dólares en reparaciones, según esa organización.
Por otro lado, las comunidades indígenas involucradas le piden al Gobierno que les consulte antes de firmar acuerdos de explotación de hidrocarburos en aquella región selvática.