La decisión de la Corte de Constitucionalidad (CC) de revocar la candidatura de Zury Ríos como presidenciable ha provocado diversas reacciones en los más variados ámbitos, pero, como en el caso de los diputados, muchos consideran que el actual proceso electoral se ha marcado por la judicialización de la política.
Consultados al respecto, distintos parlamentarios coincidieron en que elevar a instancias judiciales la decisión de quiénes deben o no competir en los próximos comicios contribuye a la incertidumbre en el proceso.
A consideración del Felipe Alejos, del partido Todos, la reciente decisión de la CC, respecto de Ríos, no era jurídicamente válida, pues en lugar de que se elija a los candidatos en las urnas se está haciendo una selección previa.
Esperaríamos que esto no fuera parte de un fraude electoral”, dijo el legislador y opinó que se debió dejar competir a la aspirante a la Presidencia.
Ven tintes ideológicos
Por su parte, Fernando Linares-Beltranena, del Partido de Avanzada Nacional, calificó la resolución del máximo tribunal constitucional como una meta ideológica, encabezada por los magistrados Gloria Porras, Bonerge Mejía y Francisco de Mata, a quienes acusó de interferir en la candidatura de Ríos por ser esta de tendencia conservadora.
Entretanto, Manuel Conde, también de esa agrupación, manifestó que el actual proceso electoral ha tenido una “sobrepresencia” de judicialización de la política, y de esa cuenta se ve permanentemente que son fallos judiciales los que les dan viabilidad o no a determinadas candidaturas.
“Vemos por un lado que la Corte resuelve un tema estrictamente constitucional, pero estamos por ver un fallo que tiene que ver con una candidata que es prófuga de la justicia y no tiene la constancia de la contraloría”, expresó, en alusión a las aspiraciones de la exfiscal general Thelma Aldana, cuya participación en las elecciones también deberá ser definida por la CC.
Afectan la democracia
Para Raúl Romero, del bloque Fuerza, el problema radica en que las instituciones han tomado posiciones políticas, lo cual atenta contra la democracia.
Como se ha politizado la justicia, ahora se judicializa la política, y eso no es democracia”, dijo el parlamentario.
Añadió, que, a su parecer, las instituciones perdieron su rumbo, sus tiempos y dejaron de respetar los procedimientos establecidos en ley.