La nueva presidenta de Perú, Dina Boluarte, anunció el lunes de madrugada que propondrá adelantar las elecciones a 2024, después de que miles de manifestantes salieran nuevamente a las calles en distintas ciudades de Perú el domingo para exigir su renuncia y programar elecciones con el fin de reemplazarla y al Congreso. Se reportaron al menos dos personas muertas durante las protestas.
En un discurso televisado, Boluarte hizo una concesión a los manifestantes y dijo que propondría al parlamento adelantar los comicios a abril de 2024. El anuncio era un cambio drástico respecto a sus declaraciones previas sobre que debería poder cumplir los 3 años y medio del mandato de su predecesor.
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Muchos de los manifestantes en la actual crisis política exigen la liberación de Pedro Castillo, el presidente de centroizquierda al que los legisladores destituyeron el miércoles después de que intentó disolver el Congreso antes de una votación para decidir si era sometido a un juicio político.
Cientos de personas se manifestaron en Lima, donde la policía usó gases lacrimógenos para repeler a los inconformes.
En su mensaje a la nación, Boluarte declaró el estado de emergencia en zonas a las afueras de Lima donde las protestas han sido especialmente violentas.
Las protestas que estremecen a Perú se intensificaron particularmente en las zonas rurales, bastiones de Castillo, un exprofesor de escuela y neófito político procedente de un distrito pobre de los Andes. Los manifestantes prendieron fuego a un cuartel de policía, causaron actos de vandalismo en un pequeño aeropuerto que es utilizado por las fuerzas armadas y marcharon por las calles.
Un chico de 15 años murió a causa de las lesiones que sufrió durante una manifestación en Andahuaylas, una comunidad andina remota, dijo la legisladora María Taipe Coronado durante un discurso desde el palacio legislativo en el que pidió la salida de Boluarte.
Taipe aseguró que las autoridades estaban usando duras tácticas de represión para repeler a los manifestantes. Sin embargo, se desconoce hasta el momento cómo es que el chico resultó herido. La prensa estatal reportó un segundo fallecimiento en esa misma comunidad, pero no dio a conocer más detalles.
Anthony Gutiérrez, director de un hospital local, dijo a una estación de radio que la segunda víctima era una persona de 18 años. Al menos 26 personas han resultado heridas, según informes.
Boluarte, de 60 años, fue juramentada rápidamente a media semana en reemplazo de Castillo, horas después de que el ahora exmandatario sorprendiera al país al ordenar la disolución del Congreso, que en respuesta lo destituyó por “permanente incapacidad moral”. Fue arrestado por cargas de rebelión.
Castillo tomó su medida fallida contra el Congreso, bajo control opositor, horas antes de que los legisladores se dispusieran a dar inicio a un tercer intento de destitución en su contra.
Las protestas se dispersan en todo el país han continuado durante días. Han incluido cortes de carreteras que abandonaron a gente varada durante horas.
El sábado en Andahuaylas, 16 personas recibieron tratamiento en un hospital por conmociones cerebrales, incluyendo una que se encontró en estado grave.
Boluarte ha exhortado a la unidad nacional para que el país cuerdo de la sacudida más reciente. Pero muchos de los que salieron a la calle en apoyo de Castillo la tacharon de “traidora”.
En tanto, en Lima, cientos de personas se renovarán nuevamente el domingo frente al palacio legislativo. Decenas de policías con equipamiento antimotines usaron gases lacrimógenos contra la multitud mientras los legisladores daban comienzo a una sesión dentro del recinto. La policía también persiguió y golpeó a los manifestantes que huían del lugar en medio de nubes de gas.
Perú ha tenido seis presidentes en los últimos seis años, incluyendo tres en una sola semana en 2020, cuando el Congreso hizo gala de sus facultades de destitución.
La lucha de poderes en el país ha continuado en un momento en que la región andina y sus millas de pequeñas granjas atravesando dificultades para sobrevivir a la peor sequía en medio siglo. El país de más de 33 millones de habitantes que atraviesan también una quinta ola de infecciones de COVID-19, luego de registrar unos 4,3 millones de casos y 217.000 fallecidos desde que comenzó la pandemia.