Cada 2 de febrero, el mundo conmemora el Día Mundial de los Humedales; con el objetivo de concientizar sobre su preservación. ¿Qué son y por qué son tan importantes para el medio ambiente?
Según indica el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), un humedal es toda área terrestre que está saturada de agua de manera estacional o permanente, así como las playas y las zonas costeras de aguas someras; los cuales generan productos como plantas medicinales, tintes, frutas, arroz, cañas y las plantas herbáceas; por lo que su preservación es muy importante.
“Los humedales costeros incluyen marismas de agua salada, estuarios, manglares, lagunas litorales e incluso arrecifes de coral”, indica el consejo.
Por su parte la Organización de las Naciones Unidas (ONU) detalla que los humedales son vitales para los seres humanos, para otros ecosistemas y para el clima, proporcionando servicios ecosistémicos esenciales como la regulación del agua, incluyendo el control de las inundaciones y su purificación. También juegan un papel muy importante contra el cambio climático; pues incluso protegen a las poblaciones de catástrofes naturales.
“Más de 1000 millones de personas (una octava parte de la población terrestre) que viven en zonas rurales y urbanas de todo el mundo dependen de los humedales como medio de subsistencia”.
“Revitalizar y restaurar los humedales degradados”
“Revitalizar y restaurar los humedales degradados”, ese es el lema que se promueve para este 2023, debido a la preocupación que existe sobre estos recursos naturales que están en peligro. La ONU señala que “con una pérdida del 35% a nivel mundial en los últimos 50 años, los humedales son nuestro ecosistema más amenazado, desapareciendo tres veces más rápido que los bosques”.
Así mismo indica que entre las actividades humanas que provocan la pérdida de humedales están: el drenaje y relleno para usarlos para agricultura y construcción, la contaminación, la pesca excesiva y la sobreexplotación de recursos, las especies invasoras y el cambio climático.
7 buenas prácticas para la restauración de los humedales
En Guatemala, el CONAP definió siete buenas prácticas para la restauración de los humedales, que todas las comunidades pueden poner en práctica.
- Estudiar la multitud de servicios que proporcionaba el humedal natural y tratar de recuperar una amplia gama de esos beneficios, no solo uno o dos.
- Mantener los ecosistemas de humedal de forma autosostenible.
- Integrar a las comunidades y las industrias locales en la planificación y la ejecución.
- Identificar las causas de la degradación y limitarlas o eliminarlas.
- Limpiar la zona degradada.
- Restaurar la vegetación autóctona y las especies silvestres, y erradicar las especies invasoras.
- Restringir el acceso y crear zonas específicas para personas y animales.
Situación de los humedales en Guatemala
Guatemala cuenta con un gran número de humedales, de los cuales se identifican 192; entre lagos, lagunas, ríos y pantanos en el Inventario Nacional de Humedales del 2001. De estos 7 están incluidos en la Convención RAMSAR, que en total suman 628 mil 592 hectáreas.
- Parque Nacional Laguna del Tigre (335,080 hectáreas)
- Manchón-Guamuchal (13,500 hectáreas)
- Refugio de Vida Silvestre Bocas del Polochic (21,227 hectáreas)
- Punta de Manabique (132,900 hectáreas)
- Parque Nacional Yaxhá-Nakum-Naranjo (37,160 hectáreas)
- Eco-región Lachuá (53,523 hectáreas)
- Reserva de Uso Múltiple Río Sarstún (35,202)
En el marco legal, el país ratificó su adhesión a la Convención sobre los Humedales el 26 de enero de 1988, a través del Decreto Número 4-88 del Congreso de la República; y se asignó al CONAP como la autoridad administrativa del mismo y como punto focal de la Convención para Guatemala. Existen 168 países miembros de este primer acuerdo mundial sobre el medio ambiente.