49 segundos cambiaron la vida de los guatemaltecos aquel 4 de febrero de 1976. El terremoto de 7.5 en la escala de Richter, dejo muerte y destrucción. Hoy, muchos recuerdan lo que pasó esa madrugada.
En un sondeo para TN23, uno de las entrevistados dijo que el movimiento despertó a toda la familia.
Todo se movió duro, yo estaba durmiendo, y salimos como pudimos de las casas, al ver a todos afuera, pensamos que era el fin del mundo”.
Otra persona, recordó que en la parte de arriba en su casa, había un tonel de agua y que por el terremoto, toda el agua se vació encima de sus pertenencias.
Salimos gateando, todos mojados, no sabíamos que pasaba, recuerdo que con la ropa que salí, con esa estuve varios días, mi casa se destruyo, pero nadie murió de mi familia. Teníamos tanto miedo que nos fuimos a vivir a otro lugar.
Las paredes altas de las casas fueron un peligro que casi le arrebata la vida a una madre. A pesar que una familia se sentía a salvo, la casa del vecino colapso.
Teníamos una hija de 2 años, fue tremendo, recuerdo que mi mamá salió corriendo al patio, pero vimos que la pared se caía y mi papá logró salvarla. Mi esposo y yo salimos hacia un terreno que estaba a la par de nuestra casa. Recuerdo que habían varios muertos y golpeados en el vecindario.
La devastación
Los sobrevivientes, relatan que después del sismo, hubo mucho dolor, hambre y sed.
No había agua, y la que había estaba sucia, recuerdo que tomamos agua sucia hervida, teníamos sed, mi papá falleció, habían niños pequeños, pero que podíamos hacer, nos ayudamos como pudimos”.
Los vecinos se organizaron y sacaron a muertos, luego, comenzaron las labores de reconstrucción de viviendas.
Recuerdo que tenía 16 años, los muertos se los llevaron, mi casa se cayó, pero entre todos los vecinos se formó como un comité y todos ayudamos en la reconstrucción. Es ahora la casa donde vivo ahora.
El primer día como interno, jamás lo olvidara el que es ahora director del Hospital San Juan de Dios, Fernando Solares. Ese día, se unió al cuerpo médico para atender a los cientos de heridos.
Recuerdo que solo en el parqueo había mil heridos graves, en una morgue provisional, había dos mil cadáveres, no había luz, no había agua, trabajamos en unas casas de campaña y luego los trasladaron al parque de la industria”.
Todo el país y otros del mundo, se unieron para ayudar a los 76 mil heridos, al millón de personas damnificadas. En su momento se informó que la terremoto tuvo el equivalente a una explosión de 2 mil toneladas de dinamita.