La antigua ciudad de Pompeya, que fue devastada por la erupción de Vesubio en el año 79, es una de las atracciones turísticas más populares de Italia que recibe a casi 3,5 millones de visitantes al año. Ahora resulta que esa joya arqueológica no solo esconde los secretos del Imperio romano sino otros de una era más reciente.
El diario italiano Il Fatto Quotidiano ha descubierto que al menos 10 bombas sin explotar lanzadas por los aliados durante la Segunda Guerra Mundial están escondidas dentro de los cimientos del sitio arqueológico de Pompeya.
Bombardeos de las fuerzas aliadas
En agosto de 1943, la ciudad, situada a 24 kilómetros al sur de Nápoles, fue objeto de intensos bombardeos por parte de las fuerzas aéreas aliadas, que lanzaron un total de 165 bombas en nueve ataques diferentes.
El periódico italiano ha estudiado documentos exclusivos del Archivo Fotográfico Aéreo Nacional, incluido un mapa de bombardeos, y ha entrevistado a numerosos arqueólogos y expertos.
De acuerdo con el medio, “se localizaron y desactivaron noventa y seis bombas”. Mientras tanto, los otros explosivos terminaron en un área del sitio arqueológico que aún no ha sido excavada.” Muchas de ellas fueron desactivadas o ya habían explotado. Pero al menos 10 de esos explosivos todavía están allí”, asegura el medio.
¿Hay riesgo para los visitantes?
Los arqueólogos creen que es importante identificar dónde están las bombas y garantizar el futuro a largo plazo de ese importante sitio que es el Patrimonio Mundial de la Unesco.
“Esta es una ocasión para reconocer el espíritu de Pompeya y su valiosa herencia”, dijo Alessandro Pintucci, presidente de la Confederación de Arqueólogos de Italia. “Si bien la protección del sitio se hace a diario por cualquier daño causado por el tráfico turístico o el paso del tiempo, necesitamos ampliar nuestro alcance”.
Por su parte, los responsables del Museo Arqueológico de Pompeya aseguran que no hay riesgo para los visitantes. “El sitio ha elaborado regularmente el proyecto de recuperación [de los explosivos], que se lleva a cabo por parte de los militares”.
Sin embargo, desde Il Fatto Quotidiano se enfatizó no haber hallado documentos oficiales con la ubicación de esas 10 bombas.