En los últimos años se incrementaron las extorsiones principalmente a comerciantes y en el sistema de transporte público. En ocasiones anteriores, transportistas han señalado que el asedio de los grupos criminales dificulta la prestación del servicio.
Desde las seis de la mañana de este jueves 23 de febrero, fuerzas combinadas de seguridad llevan a cabo 13 diligencias de allanamiento, inspección, registro y secuestro de evidencias con el objetivo de hacer efectivas órdenes de aprehensión vigentes en contra de presuntos integrantes de estructuras criminales que se dedican al cobro de la extorsión.
Moisés Ortiz del Departamento de Información y Prensa del Ministerio Público detalló que los operativos se realizan en inmuebles ubicados en los municipios de Puerto Barrios, Izabal, además, en Fraijanes, Villa Canales y San Miguel Petapa, Guatemala.
Edwin Monroy portavoz de la Policía Nacional Civil (PNC), dio a conocer que al menos tres personas con orden de captura fueron localizadas y capturadas. En un inmueble ubicado en la 2 avenida y 9 calle de Fraijanes se encuentra ya detenido alias “El Viejo”, por su participación en Asociación Ilícita, obstrucción extorsiva de tránsito y asesinato. Se conoce que “El Viejo” es integrante de la Asociación de Transportistas de Fraijanes.
Las primeras investigaciones dan a conocer que la estructura criminal denominada “Los Gatos”, era liderada por Ervin Urías Chávez, alias el Gato y Fernando Carranza Bran 50 años, de apodo “El Viejo”, quien supuestamente aprovechada su cargo para filtrar información y números telefónicos de los pilotos y dueños.
Además, se logró la captura de otros dos hombres y dos mujeres, logrando la desarticulación de la Organización Criminal “Los Gatos”.
Información por confirmar
según información extraoficial, durante los allanamientos buscan a extorsionistas que en su mayoría son agremiados de la Asociación de Transportistas de Fraijanes, quienes supuestamente bajo amenazas de muerte exigían dinero a sus propios compañeros de trabajo, inclusive en ocasiones asesinaron a pilotos y ayudantes de las unidades, como medida de presión que lo propietarios de los autobuses cancelaran el chantaje.
Además, se sabe que pedían 24 mil quetzales mensuales para permitir que circularan 60 unidades, a cambio de no ser atacadas.