Representantes de EE.UU y Japón sellaron este lunes un acuerdo comercial entre ambos países. El acuerdo fue firmado en la Casa Blanca por el representante de Comercio estadounidense, Robert Lighthizer, y el embajador japonés en Washington, Shinsuke J. Sugiyama.
El pacto permitiría recuperar los beneficios que los agricultores estadounidenses perdieron cuando el presidente Donald Trump se retiró de un acuerdo más amplio con Asia y el Pacífico en su primera semana en el cargo, dejando a EE.UU. en desventaja en sus operaciones comerciales con Japón.
Trump presenció la ceremonia de la firma y la cualificó de “gran victoria”. “Esta es una gran victoria para los agricultores, ganaderos y productores de EE.UU. Y eso es muy importante para mí”, dijo Trump.
Si bien el acuerdo recompensa a los agricultores estadounidenses, al mismo tiempo no resuelve la tensión entre ambos países en el sector automovilístico relacionada con las amenzas de Trump de gravar con impuestos las importaciones de automóviles extranjeros, alegando que respresentan una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, anunció en la Asamblea General de la ONU que Trump le había asegurado la vigencia de un acuerdo previo según el cual a Tokio no podían aplicársele nuevas tarifas automotrices, pero sin embargo los fabricantes de automóviles japoneses se sienten decepcionados por el hecho de que EE.UU. mantuviera las tarifas existentes en un 2,5%.
El pacto comercial también incluye compromisos de apertura de mercado sobre 40.000 millones de dólares en el comercio digital entre los dos países.
A pesar de los cambios positivos, los grupos empresariales de EE.UU. están esperando un acuerdo más amplio que brinde a las compañías estadounidenses más acceso a Japón en negocios como el de los seguros y los productos farmacéuticos.