La Unión Europea impuso sanciones el lunes a cuatro rusos a los que acusa de un ataque neurotóxico en Gran Bretaña y a un centro de investigación sirio y su personal como parte de un fortalecimiento de sus medidas contra el uso de armas químicas.
Los cancilleres de la UE impusieron prohibiciones de viajes y congelaron los bienes de nueve personas y el Centro de Estudios e Investigaciones Científicas de Siria.
Cinco de los sancionados están vinculados con las actividades del centro sirio. La cancillería británica dijo que estos “tuvieron un papel central en el uso de armas químicas por el régimen sirio contra su pueblo”.
Los cuatro rusos en la lista son los dos hombres acusados de colocar el agente neurotóxico en Salisbury el año pasado, Anatoly Chepiga y Alexander Mishkin, y sus superiores, el jefe y el subjefe del servicio de inteligencia militar de Rusia.
Los ministros dijeron en una declaración desde su reunión en Bruselas que las sanciones “contribuyen a los esfuerzos de la UE para combatir la proliferación y el uso de armas químicas, que representan una amenaza grave a la seguridad internacional”.
Es la primera vez que la UE ha impuesto sanciones para combatir el uso de armas químicas.
“Las nuevas sanciones de hoy cumplen nuestra promesa de tomar medidas severas contra las actividades insensatas e irresponsables de la organización de inteligencia militar de Rusia, GRU, que pusieron a inocentes ciudadanos británicos en peligro grave en Salisbury el año pasado”, dijo en un comunicado el secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Jeremy Hunt.
“Continuaremos mostrando nuestra determinación para defender las reglas internacionales que nos mantienen seguros, y que el Kremlin y el régimen de Assad intentan debilitar”, dijo.