Los principales indicadores de Wall Street registraron en 2022 su peor año desde la crisis financiera de 2008, con la caída más fuerte, del 33%, en el índice Nasdaq, que aglutina a las empresas tecnológicas más grandes de Estados Unidos.
El Nasdaq es el indicador que sufre el mayor golpe, seguido por el selectivo S&P 500, que pierde un 19,4% acumulado, y por el Dow Jones de Industriales, que desciende un 8,8%, según datos al cierre de la sesión.
El año ha estado marcado por las subidas de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de EEUU para poner coto a la inflación desbocada, así como por una mayor prudencia de los inversores, que anticipan una recesión en 2023.
También por los temores de recesión, la guerra entre Rusia y Ucrania y la creciente preocupación por los casos de Covid-19.
Los tres índices principales de Wall Street registraron su primera caída anual desde 2018 cuando una era de política monetaria laxa terminó con el ritmo más rápido de aumentos de tasas de la Reserva Federal desde la década de 1980.
Esto también marcó sus mayores caídas anuales desde la crisis financiera de 2008, impulsadas en gran medida por acciones de crecimiento, ya que las subidas de tipos de la Fed impulsaron los rendimientos del Tesoro de EEUU y restaron atractivo a las acciones.
Las principales razones macro provinieron de una combinación de eventos: la continua interrupción de la cadena de suministro que comenzó en 2020, el aumento de la inflación, la tardanza de la Fed en comenzar su programa de ajuste de tasas en un intento por controlar la inflación.
Los indicadores económicos que apuntan a la recesión, las tensiones geopolíticas, incluida la guerra de Ucrania, y el aumento de los casos de COVID de China y las tensas relaciones con Taiwán, son otros factores.