Una de cada 10 muertes prematuras podría evitarse si todas las personas realizaran al menos la mitad del nivel recomendado de actividad física, esto es 11 minutos al día (75 minutos a la semana) de actividad física de intensidad moderada, como una caminata rápida.
Esto bastaría para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y varios tipos de cáncer, según un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido).
Las enfermedades cardiovasculares, como las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares, son la principal causa de muerte en todo el mundo, responsables de 17,9 millones de muertes en 2019, mientras que el cáncer mató a 9,6 millones de personas en 2017.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó en noviembre de 2020 sus recomendaciones sobre la actividad física en el mundo. Desde entonces, aconseja a los adultos que dediquen entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a vigorosa cada semana, incluidos quienes tienen alguna enfermedad crónica o discapacidad.
Para explorar la cantidad de actividad física necesaria para tener un impacto beneficioso en varias enfermedades crónicas y muerte prematura, investigadores de la Unidad de Epidemiología del Consejo de Investigación Médica (MRC) de la Universidad de Cambridge llevaron a cabo una revisión sistemática y un metaanálisis al agrupar y analizar datos de toda la evidencia publicada. Este enfoque les permitió reunir estudios que por sí solos no proporcionaban suficiente evidencia y, a veces, discrepaban entre sí para brindar conclusiones más sólidas.