La casa que por más de seis años fue el hogar de Sandra Contreras, (de quien no tenemos una sola imagen porque ni una foto quedó de ella), y que según sus familiares y vecinos su estadía no fue fácil, ella sufrió en silencio los maltratos de su conviviente Osman Pinto.
La casa que por más de seis años fue el hogar de Sandra Contreras. Foto Karla Mejía.
Algunos dicen que recibía golpes, gritos y más… Estos abusos no eran desconocidos por los padres de Contreras.
Pero, ¿Por qué no hubo denuncia o alejamiento?
Nosotros le hablamos, cuando nos la queríamos llevar, Osman se derramó en llanto y dijo que él iba a cambiar, que iba a recibir a Dios en su corazón, “primeramente Dios voy a ser feliz con ella”, nos dijo. “Dejen a Sandra que ella ya no sufrirá”.
Como uno se deja llevar por todo lo que le dicen, y uno es débil la dejamos, me dijo: “madre me quedaré, esperan mi llamada, que si yo sigo en lo mismo le avisaré para que me salgan a encontrar donde voy a llegar”. Desde ese día yo ya no platique con ella. Recordó Juana Ramos, madre y abuela de las víctimas.
Sandra sufría amenazas de muerte que tal vez consideró que no llegaría a pasar, pero que al final se convirtieron en una agresión real y violenta que acabaron con su vida.
Ese martes se le vió por última vez en el molino con su pareja y después ocurrió la tragedia.
La mortalidad de la agresión también la sufrió su hija Marisol de seis años, Bryan de cuatro y un bebé que apenas llevaba cuatro meses de gestación en el vientre.
De acuerdo con vecinos y vídeos que circulan en redes sociales, Osman parecía que hubiese estadio poseído o que tuviera problemas mentales, incluso destacan que para agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) fue difícil contenerlo y por ello tuvieron que dispararle a las piernas.
Allegados a las víctimas destacan que posiblemente la drogadicción lo consumió a él y los suyos.
Sepelio
Este jueves los tres cuerpos fueron sepultados, y a pesar que varios no conocían a Sandra ni a Osman por permanecer en el anonimato de sus propios familiares y vecinos, este recuerdo será imborrable y el arrepentimiento de no hacer algo quedará en todos.
Victorino, padre de Sandra, luego de 36 horas de la tragedia contempla la casa en que vivieron los fallecidos, recuerda a su hija y nietos, mientras lamenta como la ira descontrolada de Pinto destruyó el hogar.
Con información de Karla Mejía
Victorino contempla la casa en que vivieron los fallecidos, recuerda a su hija y nietos. Foto: Karla Mejía.
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