Un comunicado del BCIE desde Tegucigalpa, Honduras, también difundido por el portal oficial de la isla Cubadebate este miércoles, debido a que el objetivo del financiamiento es el “fortalecimiento de la industria farmacéutica cubana para combatir la COVID-19”, la fabricación de antibióticos inyectables y sueros, asi como test diagnostics entre otros.
Además, según Dante Mossi, presidente de la institución bancaria, “también contribuirá a la reactivación económica del país”.
No se especificó las condiciones del crédito para Cuba, un país miembro pero extrarregional del BCIE y que suele enfrentar dificultades para obtener financiamientos de organismos bancarios debido a las sanciones de Estados Unidos que pesan sobre la nación caribeña.
El apoyo será supervisado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
Cuba es la nación latinoamericana que cuenta con sus propias vacunas: Soberana 02, Soberana Plus y Abdala, cuyo aval en la Organización Mundial de la Salud se encuentra en trámite, pero que tienen autorización de países como México, Venezuela, Vietnam, Irán y Nicaragua. Los últimos cuatro, además, importaron dosis para su población.
La isla atravesando un rebrote en estas semanas con más de 2.000 contagiados cada día –en diciembre llegó a haber menos de 100–, luego de las aperturas de sus aeropuertos y parte de su economía en noviembre, asfixiada por la pandemia y las sanciones de Estados Unidos aumentó en estos años para presionar un cambio de modelo político y que recayó sobre la población en forma de desabastecimiento de medicamentos y alimentos. También se detectó la presencia de la variante contagiosa ómicron.
Un informe del Ministerio de Salud excluido este miércoles que el acumulado desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020 a la fecha es de 985.402 personas de los cuales hay 8.330 fallecidos. El 86% de la población mayor de dos años fue vacunada y actualmente se están colocando refuerzos.