Decenas de comunidades en el interior del país aún no recuperan del devastador paso de las tormentas tropicales Eta e Iota que se registraron entre octubre y noviembre de 2020, y las lluvias de la temporada ya ponen en jaque a la población.
La semana que concluyó reportó el colapso de drenajes no solo en la ciudad capital, si no que en varios departamentos y también se reportan deslaves, entre estos uno que ha destruido prácticamente una aldea en Huehuetenango, así como varios derrumbes en varios puntos del país.
Aunque no se reportan fallecidos y desaparecidos al momento, ya hay varias personas afectadas y otras que han tenido que evacuar sus viviendas y ser trasladados a un albergue por precaución.
La saturación de agua en los suelos amenaza como cada año a varias comunidades y áreas de vivienda denominadas vulnerables, con reportar una tragedia.
La Coordinara Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED) ha dado a conocer que se tienen identificadas las áreas vulnerables a nivel nacional, y estas suman más de 10 mil puntos de riesgo de deslizamientos, inundaciones y derrumbes.
Autoridades correspondientes dan a conocer que ya se coordina la habilitación de albergues en áreas afectadas o en riesgo, así como también el trasladado de apoyo como víveres y frazadas en otros.
Pero a decir de don Narciso López, residente de un área rural, que coincide con la opinión de expertos, no basta con estas acciones cada año, ya que Guatemala es un país altamente vulnerable a desastres naturales.
Los mas afectados siempre somos los que vivimos en áreas rurales, solo reportan que es de riesgo pero no hacen nada y derrepente cuando comienza a llover, por lo general en la madrugada o la noche es que se dan esos deslaves que terminan sepultando comunidades. Somos noticia un rato, pero después todo sigue igual. Explica don Narciso
Laura García, que reside Alta Verapaz, explica que dos de sus familiares, emigraron a Estados Unidos, pues luego del paso de Eta e Iota, lo perdieran todo.
Usted no crea que es fácil ir a dormir a un albergue, con un nudo en la garganta de saber que uno lo ha perdido todo, claro, uno da gracias a Dios por la vida, pero lo que a unos les toma unas horas hacer, a nosotros de forma humilde y honrada nos toma años.
Ahora no tenemos nada, y la ayuda llega a cuenta gotas, ustedes saben que ni la luz, el agua y las deudas esperan. Por eso mi hermano y mi hijo se fueron, en busca de mejores oportunidades, porque si se quedan, nos morimos de hambre. No he sabido de ellos, pero espero que lleguen con bien. Explica doña Laura, una mujer de 63 años de edad
Conforme avanza la época de lluvia, decenas de comunidades que ya son golpeadas por la pobreza y la falta de desarrollo, se ven amenazadas a retroceder dos pasos, mientras apenas han avanzado uno, como explican algunos afectados.
Esta situación ha sido un tema medular en el abordaje de los factores que provocan la migración irregular hacía Estados Unidos, y es que tras fenómenos meteorológicos que año con año azotan el país, los niveles de pobreza se incrementan en la provincia y obliga a muchos a migrar.
Aldea queda destruida en Huehuetenango tras deslave provocado por las lluvias