El frío intenso que azota el centro-norte de Estados Unidos ha obligado a quienes salen a la calle a arroparse como exploradores polares, pero para principios de la próxima semana las mismas personas podrán salir solo con una chaqueta ligera.
Pocos días después de las condiciones árticas, dicen los pronósticos, la región dará un giro repentino a otra estación, con temperaturas alcanzado los 26,6° centígrados (80° Fahrenheit).
Los expertos dicen que el cambio repentino no tiene precedentes y que podría acarrear sus propios problemas con la nieve derretida: tuberías rotas, ríos inundados y vialidades derruidas.
“Creo que nunca ha habido un caso en donde hayamos pasado por un cambio (tan grande) en temperaturas” en el invierno, dijo Jeff Masters, director de meteorología de la firma Weather Underground. “Las olas de frío récord anteriores no se han disipado tan rápido… Aquí estamos, pasando a temperaturas primaverales”.
Aunque muchos lugares permanecían dolosamente fríos el jueves, de alguna forma se alivió el congelamiento profundo mientras el sistema se movía hacia el este.
En el occidente del estado de Nueva York, una tormenta que dejó caer 51 centímetros (20 pulgadas) de nieve abrió paso a temperaturas bajo cero y sensaciones térmicas que punzaban la cara. El viernes, se esperaba que la sensación térmica en algunos lugares descendiera hasta -28,9° centígrados (20° Fahrenheit).
Las escuelas permanecían cerradas en Búfalo, Nueva York, pero algunos estudiantes regresaron a clases en otras zonas del centro-norte.