Su nombre es Arturo Gálvez-Sobral, conocido como Tury por sus amigos y familiares. Lleva 14 días intubado luego de haber sido diagnosticado con Covid-19 y hongo negro.
Es una persona alegre, cantante fenomenal, excelente hijo, excelente padre de cuatro hijos, hermano, trabajador, deportista y un gran amigo. Queremos que vuelva a ser el mismo”, escribieron los familiares en una página de facebook, que busca recaudar fondos monetarios para pagar gastos hospitalarios.
En ese misma red social, se conoció que cuando fue diagnosticado con Covid-19, Tury, se complicó al extremo de tener una oxigenación de 40 por ciento, y el nivel normal es de 95 a 99.
Costo de combatir el hondo negro
Debido a rebrote de casos positivos, y por la enfermedad del hongo negro, según relatan “no pudo ser hospitalizado en un lugar publico” y aunque contaba con seguro médico, “a pocos días de estar internado alcanzó el presupuesto” y ahora estiman que la cuenta ronde por los US$100 mil.
Por medio de este caso, los familiares indicaron que para tratar el hongo negro, se necesita comprar medicamentos y tratamientos que pueden llegar a costar más de Q100 mil.
Antecedentes de esta enfermedad en Guatemala
En la mas reciente alerta epidemiológica emitida el pasado 2 de julio de este año, el ministerio de Salud da a conocer la detección y confirmación de un casos de Murcomicosis conocido como Hongo Negro en Guatemala.
El primer caso se registro el 18 de junio pasado en el Hospital General San Juan de Dios, se trataba de una mujer de 56 años de edad originaria y residente en Patzicía, Quetzaltenango. La paciente fue referida del Hospital Nacional de Chimaltenango, quien presentaba lesiones necróticas en el rostro y además tenía antecedentes de Diabetes Mellitus II. Médicos dieron a conocer que tras practicarle un hisopado, se confirmó que era positivo para SARS-CoV-2. Aunado a esa prueba también se hicieron análisis y estudio de las lesiones presentadas y el 23 de junio, se confirmaba el primer caso registrado en Guatemala de Murcomicosis.
El pasado 5 de julio, se anunció que una de las pacientes había muerto a causa de las complicaciones de salud. “La paciente también tenía diabetes tipo II mal controlada y que entró en aparente estado séptico y con otras afecciones, tales como edema facial y una lesión en el maxilar izquierdo de forma triangular, caliente al tacto”, detalló doctor Edwin Calgua, epidemiólogo de ese centro asistencial.
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