La iniciativa establece la pena capital por “homosexualidad agravada” que incluye relaciones sexuales con un menor, relaciones sexuales siendo seropositivo e incesto.
También penaliza la educación sexual sobre la comunidad gay e ilegaliza no denunciar a las autoridades a quienes denominan “autores de homosexualidad agravada”. Además exige la “rehabilitación”, una terapia de conversión ampliamente desacreditada de los “delincuentes homosexuales”.
Asimismo, el proyecto de ley restringe la libertad de asociación y de expresión al proponer una sentencia de hasta 20 años de cárcel por la “promoción de la homosexualidad”.
Yoweri Museveni, presidente de Uganda. (Crédito: Abubaker Lubowa/Reuters/File)
Flavia Mwangovya, directora regional adjunta de Amnistía Internacional, ha declarado: “Es un día desesperadamente triste para los derechos LGBT y para Uganda. La firma de esta Ley profundamente represiva constituye un grave ataque contra los Derechos Humanos y la Constitución de Uganda”.
La presidenta del parlamento, Anitta Annet Among, celebró la firma del proyecto de ley exponiendo: “Tomamos en cuenta las preocupaciones de nuestro pueblo y legislamos para proteger el carácter sagrado de la familia (…) Nos mantuvimos firmes para defender la cultura, los valores y las aspiraciones de nuestro pueblo”.
“La sociedad civil de Uganda, junto con la comunidad LGBT, está preparada para llevar este asunto a los tribunales e impugnar la ley porque es profundamente discriminatoria y represiva y no cumple ninguna norma internacional de derechos humanos ni local”, declaró Henry Mukibi, activista Ugandés.