A pesar de los riesgos, el niño guatemalteco de nombre Juan o “Juanito”, como pidió que lo llamáramos, es tan sólo uno de los miles de menores migrantes, no acompañados, que han sido enviados, de manera ilegal, a los Estados Unidos.
Sin zapatos, con tan sólo unas sandalias, pero, degustando de un pan que le fue entregada en el centro de retornados, de zona 13; así se encontraba Juanito, un niño alegre, de tan sólo ocho años; que fue enviado junto a su hermanita, a los Estados Unidos, no importando el riesgo.
Él nos compartió parte de su testimonio y las experiencias vividas al ser trasladados en un camión, no importando que iban hacinados, la intención era llegar con sus familiares que viven en Estados Unidos.
Estábamos en una cabaña, nos dijeron que nos agacháramos para que no nos encontrara la policía.
Después los policías derrumbaron la puerta, nos encontraron y a mí me llevaron con mi hermana.
Nos llevaron a un albergue, pasamos ahí como 10 horas, luego nos dijeron ya se van; les vamos a decir sus nombres, a mi hermana y a mi nos llamaron de primero.
Nos subimos a un carro de ahí nos subieron a un avión y llegamos aquí.
Junto con mi hermana buscamos reunirnos con nuestros familiares en Estados Unidos, ellos nos mandaron a traer.
Cuando íbamos con el coyote, (traficante de personas) nos llevaban en un camión, nos decían que no hiciéramos ruido, para que no aparecieran los policías”, detalló el menor guatemalteco de 8 años.
“Juanito”, quedó bajo el resguardo de Procuraduría General de la Nación (PGN), mientras se solventa su situación y evalúan familiares idóneos para ser entregados.
Con información del periodista guatemalteco Daniel Collín

El avión donde fue retornado a Guatemala, “Juanito” junto a otros menores no acompañados, que buscaban llegar a Estados Unidos.