Hoy es el Día del Cariño en Guatemala, el cual se caracteriza por el intercambio de muestras de amor y amistad; por lo que es usual observar flores en escritorios o en lugares especiales de las casas, así como chocolates, osos de peluche, tarjetas, y una infinidad de detalles. La festividad surge en honor a San Valentín, el sacerdote que dio su vida para que viva el amor.
Para la feligresía católica, San Valentín es el patrón de los enamorados, debido a que durante su vida se consagró en el servicios a la comunidad, especialmente en ayudar a parejas que quisieran formar un hogar cristiano.
Según documenta la iglesia católica, San Valentín arriesgó su vida muchas veces para administrar los sacramentos, especialmente el del matrimonio. En el siglo III, tiempo en el que sirvió a la comunidad, el cristianismo era perseguido, pero esto no era impedimento para él.
Que viva el amor
Cuenta la tradición que el emperador romano Claudio II, con el deseo de evitar que las familias cristianas se multiplicaran, prohibió la celebración del matrimonio religioso. Además, Claudio tenía la convicción de que los soldados casados no eran lo suficientemente aguerridos porque estaban emocionalmente ligados a una familia.
Entonces llegó a oídos del emperador que Valentín había hecho caso omiso de su voluntad, y lo mandó a apresar. El santo fue encarcelado y azotado en la vía Flaminia, cerca a la ciudad de Roma. Para evitar tumultos o protestas de quienes apreciaban a Valentín, Claudio decidió ejecutarlo y enterrar sus restos en secreto. San Valentín murió decapitado el 14 de febrero del año 273.
Posteriormente, tres discípulos suyos lograron desenterrar el cuerpo y lo llevaron de regreso a la ciudad para darle una sepultura digna.
Martirio de San Valentín. Captura tomada de enclopedia católica/Aciprensa.
El amor, un acto de sacrificio
Según enseña el Papa Benedicto XVI en su encíclica Deus Caritas est (Dios es Amor), el amor es un acto de sacrificio; “es ocuparse del otro y preocuparse por el otro. Ya no se busca a sí mismo, sumirse en la embriaguez de la felicidad, sino que ansía más bien el bien del amado: se convierte en renuncia”, indica.
Por lo tanto, la iglesia católica refiere que la fiesta de San Valentín recuerda el sentido del auténtico amor entre quienes están llamados a la vida matrimonial. El amor no es solo un sentimiento; esencialmente tiene que ver con la voluntad que se expresa en la entrega y el sacrificio que no calcula beneficios o conveniencias.
Curiosidades
Es importante destacar que en la enciclopedia católica se menciona al menos a tres santos de nombre Valentín, todos ellos mártires. A uno se le describe como sacerdote de Roma, a otro como obispo en Interamna (actualmente Terni), y ambos al parecer fueron martirizados en la segunda mitad del siglo III. Acerca del tercer San Valentín, fuera de que fue martirizado en África junto con un cierto número de sus compañeros no se conoce nada más.