Un hombre de 36 años llamado Paul Batchelor fue absuelto de dos casos de violación por la Corte Superior de Ontario, Canadá después de que el juez considerase que el testimonio de una de las mujeres demandantes era “poco confiable” y presentaba “respuestas combativas” durante el juicio que tuvo lugar esta semana.
Según el medio, lo que hizo dudar al juez sobre la veracidad de los hechos en el caso de la primera demandante fue el lenguaje dramático que usó la mujer para relatar su historia.
Ningún vecino escuchó sus gritos
La mujer había aceptado encontrarse en un bar con Batchelor, al que conoció por Internet, y posteriormente se dirigieron al apartamento de él. Allí, según el relato de la demandante, el hombre le pidió sexo oral y empezó a violarla analmente pese a que ella le gritó que no lo hiciera y le suplicara que se detuviera. La mujer comparó lo ocurrido con una tortura en la que recibió mordiscos y golpes y acabó sangrando.
Sin embargo, el juez puso en duda este testimonio, ya que le pareció sospechoso que ningún vecino “escuchara sus gritos” a esa hora de la noche, considerando que el departamento del acusado está ubicado en un edificio antiguo con paredes delgadas.
Inconsistencias de tiempo
En el segundo caso, la demandante, una estudiante universitaria, aseguró que conoció a Batchelor en una sala de estudio de la universidad y poco después se dirigieron juntos al departamento del hombre, donde él la mordió y besó en su pecho sin su consentimiento y posteriormente la forzó a mantener relaciones sexuales, pero logró escapar.
La duración del incidente difería entre el relato del acusado y la demandante. La mujer dijo que no duró más de 10 minutos, mientras que el hombre afirmó que estuvieron juntos unos 40 minutos, un tiempo que el magistrado consideró más realista.
El juez finalmente aceptó como creíble el relato de Batchelor debido a que la mujer, a pesar de no expresar su consentimiento con palabras, sí lo hizo a través de su conducta íntima. “Se puede dar el consentimiento sin que se diga una palabra”, sostuvo el juez ante la corte, añadiendo que las supuestas lesiones causadas a la joven eran difíciles de discernir en la foto presentada como evidencia.
Los dos casos tuvieron lugar en junio y mayo de 2015, respectivamente, y no estaban relacionados el uno con el otro. Sin embargo, el hombre aún enfrenta otras tres acusaciones por violación que serán vistas en la corte el año próximo.