Si hay algo que puede afectar el sueño de una persona, es el ronquido de otra que duerme a su lado. El ronquido son trastorno que se produce “cuando existe una obstrucción al paso de aire a través de la parte posterior de la boca y nariz. En esta zona coinciden la lengua con el paladar blando y la úvula o campanilla. Cuando estas estructuras chocan las unas con las otras se produce una vibración durante la respiración, generando el ruido típico del ronquido”.
De acuerdo a investigaciones que se han ocupado de este tema, los hombres, las personas con sobrepeso o aquellas con antecedentes familiares tienen más probabilidades de sufrirlo. La mayoría de pacientes presentan problemas que pueden parecer insignificantes, pero que fomentan este hábito tan molesto y ensordecedor. Un bajo tono muscular en los músculos de la garganta o la lengua, la posición corporal durante el sueño, la longitud exagerada del paladar blando y la úvula, el consumo de alcohol o la obstrucción de las vías respiratorias nasales son solo algunos de ellos.
Las medidas recomendadas para este trastorno pasan por evitar un estilo de vida sedentario, rechazar el consumo de tranquilizantes y antihistamínicos antes de acostarse, no hacer cenas demasiado abundantes o dormir preferentemente de costado. Pero además la alimentación juega un papel fundamental a la hora de calmar los efectos de los estertores, nombre clínico de esta alteración.
A continuación, una lista con 10 alimentos clave para dejar de roncar:
Miel
Un estudio publicado asegura que la miel es un aliado excelente para liberar las vías respiratorias, reduciendo así el riesgo de sufrir estertores.
Tofu
El principal sustituto de la carne en las dietas vegetarianas y veganas posee propiedades antiinflamatorias de suma eficacia. Al calmar la zona de la garganta, la respiración se ve recompensada y el ronquido no resulta tan atronador.
Cebolla
Los expertos recomiendan su consumo dos horas antes de ir a la cama. Además, ayuda a respirar mejor durante los resfriados. Estas cualidades también están presentes en el ajo.
Té de menta
En este caso, dicha bebida actúa como un descongestivo natural que elimina las flemas adheridas a las fosas nasales que impiden respirar con normalidad.
Aceite de oliva
Nadie duda de las increíbles propiedades nutricionales del aceite de oliva, entre las que destaca su poder antiinflamatorio, muy positivo para acabar con este problema.
Romero
Esta y otras hierbas aromáticas, como la hierbabuena, el tomillo, la albahaca o la canela, limpian las vías respiratorias, descongestionan y ayudan a respirar mejor. Además, debido a su versatilidad, se puede recurrir a ellas a modo de infusión, como aderezo o como ungüento en forma de aceite esencial.
Leche de soja
Un vaso de leche de soja antes de dormir tiene la capacidad suficiente para regular la mucosidad de la garganta y permitirnos respirar mejor, mitigando los ronquidos como consecuencia.
Pescado
Las carnes rojas pueden generar espasmos leves en las arterias y, como resultado, obstruir las vías aéreas. A diferencia de los pescados ricos en omega 3, ideales para relajar los músculos de la garganta.
Almendras
Uno de los frutos secos más populares también es una fuente importante de omega 3, que fortalece y refuerza los tejidos de la garganta para que no reciban daño alguno de las vibraciones respiratorias. Además, aportan energía, calcio y un extra de hidratación.
Jengibre
El jengibre no solo disminuye los dolores reumáticos, mejora el flujo sanguíneo o combate el envejecimiento, también actúa contra los ronquidos gracias a sus efectos descongestionantes que facilitan la respiración.