Mientras que los países de la región continúan lidiando con el COVID-19, que según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), cobra alrededor de 4 mil vidas cada semana; y se enfrentan a la viruela símica, existe otro riesgo que enciende las alarmas sanitarias de estas naciones; la disminución en la tasa de vacunación rutinaria.
Esta situación se torna peligrosa debido a que deja expuestos a los países a enfermedades como la poliomielitis y otras que son prevenibles con la inmunización. Un ejemplo de esto ocurre en Nueva York en donde se detectó el virus, en comunidades no vacunadas.
Carissa F. Etienne, Directora de la OPS en las Américas dijo que Estados Unidos está dando una respuesta rápida tras la detección, sin embargo, enfatizó que la poliomielitis es una enfermedad que no esperaba volver a ver en la región.
“Han pasado casi 30 años desde que las Américas se convirtieron en la primera región del mundo en eliminar la polio por poliovirus salvaje”, pero “la disminución de las tasas de vacunación, agravada por la pandemia de COVID-19, ha dejado a muchas de nuestras poblaciones desprotegidas”, subrayó.
Países están en riesgo de experimentar un brote de polio
La OPS destaca que la poliomielitis, que puede propagarse rápidamente entre las comunidades con una cobertura de vacunación insuficiente, no es una enfermedad tratable, pero es totalmente prevenible con vacunas.
No obstante señala que en la actualidad, la cobertura de vacunación ha caído por debajo del 80% en casi toda Sudamérica, y 12 países de las Américas están en riesgo alto o muy alto de experimentar un brote.
De esa cuenta se emitieron alertas y se hace un llamado a los países miembros para que permanezcan vigilantes y tomen medidas para llegar de forma proactiva a las poblaciones no vacunadas con la vacuna contra la polio; así como para todas las enfermedades prevenibles; incluyendo el COVID-19 y la viruela del mono.
“No debemos dar por sentado el poder de las vacunas para salvar vidas”, dijo la doctora Etienne.
“Si mantenemos nuestro compromiso, podemos mantener la COVID-19 bajo control”, indicó. “No ignorando, sino continuando el uso de las muchas herramientas que tenemos a nuestra disposición para rastrear, y sobre todo prevenir, las infecciones”. Esto incluye medidas de salud pública que deben ser promovidas, particularmente “en lugares donde muchos permanecen sin vacunar, o donde los casos están aumentando”, dijo.