El presidente de la República Jimmy Morales viajará a Panamá, este sábado, para asistir a la trigésima cuarta Jornada Mundial de la Juventud. El mandatario Morales y varios jefes de estado, tienen previsto estar en la Santa misa de clausura.
Esta se llevará a cabo en el Metro Park, la cual será presidida por su santidad el Papa Francisco el próximo domingo a las ocho de la mañana. Posteriormente retornará al país para continuar con su agenda de trabajo.
El papa Francisco denunció el viernes a “personas sin escrúpulos” y hasta servidores de la Iglesia que abusan de los jóvenes arrebatándoles las esperanzas, en una época en que el drama de la migración y los desmanes de sacerdotes contra menores han afectado a algunos países de América Latina.
En la segunda jornada de su viaje a la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá, el pontífice también reclamó a los que marginan a los pecadores y a los privados de su libertad.
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Al celebrar por la tarde un vía crucis en el segundo día de contacto con miles de peregrinos que acudieron a la jornada juvenil organizada por la Iglesia católica, Francisco dijo que ese calvario de la cruz se ve en muchos rostros de los jóvenes, que sufren la indiferencia de una sociedad que ignora el dolor humano.
Dijo que ese vía crucis se “prolonga” en niños a quienes se les impide nacer, en mujeres maltratadas, explotadas y abandonadas, así como en “los ojos tristes de los jóvenes que ven arrebatadas sus esperanzas de futuro” por falta de educación y trabajo digno.
“En la angustia de rostros jóvenes, amigos nuestros que caen en las redes de gente sin escrúpulos _entre ellas también se encuentran personas que dicen servirte, Señor_, redes de explotación, de criminalidad y de abuso, que se alimentan de sus vidas”, denunció.
Las palabras de Francisco resuenan justo cuando otra caravana de migrantes centroamericanos, integrada por familias enteras, jóvenes y niños, avanza hacia el norte en busca de una mejor vida y dejar atrás la pobreza y violencia. En lo que va de la jornada el máximo líder del catolicismo en el mundo ha hecho énfasis en la protección, la acogida y la integración de los migrantes.
“Queremos ser la Iglesia que propicie una cultura que sepa acoger, proteger, promover e integrar; que no estigmatice y menos generalice en la más absurda e irresponsable condena de identificar a todo emigrante como portador de mal social”, añadió.