A dos días de la tragedia que se registró en una vivienda en la colonia Papur, del municipio de Pastores, Sacatepéquez, la familia y compañeros de las pequeñas Majo y Estrellita, quienes murieron soterradas, tras un deslizamiento de tierra sobre su vivienda, recibieron una emotiva despedida en su centro de estudios.
Los docentes y alumnos organizaron un homenaje póstumo para las niñas, en el que sus compañeros más cercanos, todos los estudiantes y sus docentes, las despidieron con cariño.
Además de las flores y los cuadros de Jesucristo y la Virgen de Guadalupe, los pequeños féretros blancos estuvieron rodeados por muchas muestras de cariño, lágrimas y palabras sinceras.
Los cánticos tampoco faltaron, especialmente aquellos que ellas conocían muy bien, ejecutados por los alumnos y el acompañamiento de un maestro y el sonido de flautas.
“Nacieron para volar y brillar en el cielo mis queridos ángeles”, dijo la docente que dirigió el homenaje, quien le dio el tiempo a dos compañeritos de las niñas que también les dedicaron unas palabras.
Primero habló Daniela que estudiaba con Estrellita y después Pablo Díaz quien le dijo adiós a María José. Para los dos niños, una de preprimaria y otro de segundo primaria fue un momento muy emotivo y triste, pero se esforzaron para dar los mensajes.
“Gracias Estrellita por ser una buena compañera desde el cielo brillará tu luz siempre te vamos a tener en nuestro corazón, gracias”, dijo Daniela
“Es un momento triste y difícil para cada uno de nosotros, es el momento de despedir a Majo y Estrellita quienes dejan un vacío en nuestros corazones en las aulas de esta familia, sabemos que no será lo mismo sin ustedes, pero también que iluminarán cada paso de este lugar”, destacó Pablo Díaz.
“Todos tenemos un ángel en el cielo, esta madre será afortunada porque tendrá dos que desde el cielo le dirán gracias mamá”, dijo la maestra, mientras pedía aplausos fuertes para las pequeñas.
Las primeras en llegar y las últimas en irse
Las maestras recordaron que las niñas eran las primeras en llegar y las últimas en irse debido a que la mamá trabajaba en la institución, y la abuelita era la encargada de la tienda escolar. Indicaron que eran niñas muy amigables y aplicadas.
Incluso les contaban a las maestras lo que hacían por las tardes y en algún momento mencionaron lo difícil que era llegar un poco tarde a la casa, ya que debían esperar a que su mamá terminara de trabajar, para irse.
“Siempre vivirán en el colegio, su luz siempre guiarán nuestro camino, hoy nos toca despedirlas, pero no les decimos adiós, les decimos hasta pronto. No va a ser fácil llegar y no encontrarlas”, puntualizó una de las docentes.
Las maestras de ambas niñas expresaron que hicieron todo su esfuerzo para preparar a los niños y ser fuertes, pero que es algo muy difícil, ya que eran alumnas muy queridas.
“Estrellita era la más amigable, la que siempre estaba pendiente de todos sus compañeritos”, indicó la maestra de la niña de 6 años, seño Tamara.
“Majo quería ser abanderada, trataba de cumplir con todo lo que se le pedía y le gustaba jugar futbol con todos sus compañeros, ella era la que pedía permiso. Todos están muy afectados porque son un grupo muy unido”, dijo la maestra de María José de 8.
Misa de cuerpo presente
Alumnos sacaron en hombros los pequeños féretros para llevarlos a la iglesia local para la misa de cuerpo presente, posteriormente irán al cementerio para dejarlas en su última morada.