“Con pruebas limitadas, seguimos a ciegas en demasiadas comunidades en África”, dijo Matshidiso Moeti, directora regional de a OMS en África en comentarios a la prensa el jueves.
Para tener números más exactos y controlar mejor las infecciones, la ONU planea aumentar las pruebas de diagnóstico rápido en ocho países africanos con el objetivo de realizar pruebas a 7 millones de personas en el próximo año.
La iniciativa es un enfoque “radicalmente” nuevo que cambia de una vigilancia pasiva a una vigilancia activa trabajando con las comunidades. Las pruebas rápidas son asequibles, confiables y fáciles de usar y proveerán resultados en 15 minutos, dijo. Se espera que sean detectados unos 360.000 casos adicionales usando esas pruebas, con aproximadamente 75% asintomáticos o moderados, añadió Moeti.
La iniciativa se basará en lo que se llama una estrategia de anillo, que fue usada para erradicar la viruela y fue implementada durante brotes de ébola. Es llamada así porque apunta a personas viviendo en un radio de 100 metros alrededor de nuevos casos confirmados.
Profesionales de salud dijeron que el enfoque ayudará al continente a adelantarse a la pandemia en lugar de ir a la zaga. Desde el comienzo del brote, África ha registrado más de 8 millones de casos de coronavirus y 21.000 muertes, de acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades del continente.
Las pruebas rápidas además proveerán a las autoridades datos para no abrumar los sistemas de salud e implementar restricciones que pueden ser “desastrosas en lo que se refiere a consecuencias económicas”, dijo Ngozi Erondu, académico del Instituto O’Neill de la Universidad Georgetown.