Fuerzas del gobierno sirio bombardearon un pueblo en el noroeste de Siria controlado por milicianos vinculados a Al Qaeda, dejando al menos 10 muertos y varios heridos, en el ataque de artillería más fuerte realizado en el área desde la tregua turco-rusa negociada hace meses, dijeron activistas de oposición.
Maaret al-Numan queda en la provincia de Idlib, el último gran bastión rebelde en el país. El bombardeo del gobierno se ha intensificado este mes desde que Hayat Tahrir al-Sham (HTS) vinculado a Al Qaeda, le quitó el control del área a grupos rebeldes rivales.
El bombardeo es otra prueba para la tregua pactada el 17 de septiembre, que evitó una gran ofensiva del gobierno en la provincia de Idlib.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, organización con sede en Gran Bretaña que monitorea la guerra, dijo que 11 personas murieron, incluyendo mujeres y niños. Otras personas resultaron heridas, y algunas están en condición crítica, agregó.
La Defensa Civil Siria, organización de socorristas vinculada a la oposición también conocida como Cascos Blancos, dijo que el bombardeo dejó 10 muertos y nueve heridos, y agregó que algunos cohetes cayeron en vecindarios residenciales.
También el martes, una mujer detonó los explosivos que llevaba en la faja afuera de una oficina de asuntos civiles administrada por HTS en la capital provincial, también llamada Idlib.