El grupo, que estaba en Ocean Beach, parecía ser de calderones, o ballenas piloto, y se creía que al menos seguían la mitad vivas, señaló el miércoles el Departamento de Recursos Naturales y Medio Ambiente de Tasmania.
Un equipo del Programa de Conservación Marina estaba reuniendo material de rescate de ballenas y se dirigía al lugar, indicó el departamento.
Las ballenas quedaron varada justo dos años después del mayor incidente de esta clase en la historia de Australia, descubierto en la misma zona.
Unas 470 ballenas piloto de aleta larga, o calderones comunes, aparecieron atascadas en bancos de arena al oeste de la costa de Tasmania. Tras una semana de esfuerzos, 111 de esas ballenas fueron rescatadas, pero las demás aparecieron.
La entrada a ese puerto es un canal conocido por ser peligroso y poco profundo, conocido como Hell’s Gate.
Linton Kringle, piscicultor de salmón en la zona, ayudó en las labores de rescate de 2020 y dijo que la nueva operación podría resultar más difícil.
“La última vez estaban en el puerto y es bastante tranquilo, y en cierto modo pudimos lidiar con ellas y pudimos llevar los barcos hasta ellas”, explicó a la Australian Broadcasting Corp.
“Pero en la playa, no se puede meter un barco ahí, es demasiado movido, demasiado poco profundo. Creo que habría que intentar subirlas a un vehículo si no podemos sacarlas nadando”, agregó Kringle.
Vanessa Pirotta, científica especializada en mamíferos marinos, dijo que era demasiado pronto para explicar por qué se habían varado los animales.
“El hecho de que hemos visto que vuelve a ocurrir a especies similares, en la misma época, en el mismo lugar, en términos de que se varan en el mismo punto, podría haber ofrecido algún indicio de que podría (un factor) del entorno aquí”, dijo Pirotta.
David Midson, director general del Consejo de la Costa Occidental, instó a la gente a mantenerse alejada.
“Las ballenas son una especie protegida, incluso ya muertas, y es un delito peligroso con un cadáver”, destaca la agencia medioambiental.
El científico marino de la Universidad de Griffith Olaf Meynecke dijo que es inusual encontrar cachalotes varados. El aumento de las temperaturas podría estar cambiando las corrientes oceánicas y trasladando las fuentes tradicionales de alimentación de los cetáceos, dicho.
“Irán a lugares distintos y buscarán fuentes de alimentos distintos”, explicó Meynecke. “Cuando hacen esto, no están en sus mejores condiciones físicas porque podrían haber pasado hambre, de modo que esto puede hacer que corran más riesgos y quizás se acerque más a la costa”.
El lunes se encontraron 14 ballenas en la Isla King, que forma parte del estado de Tasmania, en el Estrecho de Bass entre Melbourne y la costa norteña de Tasmania. La agencia medioambiental dijo que los avistamientos de cachalotes no eran inusuales en Tasmania.
Los calderones son conocidos por vararse en gran número, un fenómeno que no se comprende por completo.