El presidente Trump anunció en mayo de 2018 que Washington abandonaba el acuerdo nuclear concluido en 2015 y conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto, que limitó el desarrollo del sector nuclear de Teherán a cambio de la cancelación de las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU y de las medidas restrictivas unilaterales por parte de Estados Unidos y de la UE.
Desde entonces Washington ha reanudado una serie de sanciones y embargos sobre la República Islámica, incluidas limitaciones de exportación de crudo iraní. Estas sanciones han colocado a ambos países al borde de un enfrentamiento directo.